sábado, 5 de junio de 2010

TPoM




Volverse experiencia,

oler, tocar, lamer,

el voyeur,
el pervertido,

convivir con el fetiche por lo innombrable,

que los dientes vuelvan a quebrar la cresta de la ola, chocando su lengua contra la orilla

una y otra vez

el da-dam-dam-da, dam da, dam da, dam-da-dam-da de un corazón des-coordinado

(en francés) padam dam dam padam padam,

para que el sexo y los ojos saliven golosos

y todo acabe y comience de nuevo.