viernes, 28 de mayo de 2010

Estatuas

viejos sembrados en el parque
brutos, cascarudos
mascullando un idioma fijo
-ecos de mármol
que nadie contradice-

solitarios, hablan con las ramas
se muerden los huesos

son estatuas con cerrojos
te asomas y son peces
y una orilla
quién diría, tras la permanencia muerta
de sus ojos